miércoles, 1 de junio de 2011

Actividades: El 33

Entre las muchas y variadas actividades que se pueden llevar a cabo en la plaza, hay una que pocos conocen y muchos deberían experimentar.
Para llevarla a cabo se necesitan algunos elementos básicos que detallaré a continuación:
-Un peso con veinte.
-Un celular que reproduzca música.
-Música triste cargada en ese celular que le haga pensar en ese alguien especial.
-Ese alguien especial.
-Cero dignidad.

Paso ahora a detallar la actividad en sí:
Supongamos que ese alguien especial debe viajar al interior del país. Usted desea despedirse y le propone encontrarse antes de su partida. La persona especial tiene poco tiempo y le propone encontrarse a las 21 horas en el Aeroparque para abordar su vuelo, digamos, a las 23 horas. Usted sabe que la despedida será sufrida pero espera que consolide la relación.
A las 20:30 hs. usted baja de su casa, camina hasta Paseo Colón, y se toma el colectivo 33. El colectivo 33 es un colectivo que no tiene unidades de menos de 20 años de antigüedad, y que hace su destartalado recorrido por la costa. Es decir que Ud. pasará por la parte de atrás de Retiro, de las villas 31 y 31 bis, por el medio del puerto nuevo, y por otros lugares de la ciudad que, a pesar de estar cerca del centro, nadie nunca visita. Esa es la parte más turística de la actividad, sobre todo para hacerla de noche, cuando no hay un alma en la zona excepto aquellas personas que bajan del desahuciado colectivo en que Ud. viaja para adentrarse en las villas en que viven por misteriosas puertas secretas escondidas en los paredones. No se tiente de bajar aquí para observar las maravillas del corazón oculto de Buenos Aires, en Aeroparque lo espera algo mejor.
Durante la media hora de recorrido Ud. ha estado escuchando esa canción que nunca escucha porque lo hace extrañar demasiado a ese alguien especial, con el consuelo de que lo verá al bajar del colectivo en la romántica costanera que está enfrente del Aeroparque. Cuando llegan las 21 horas Ud. ha llegado a la parada correcta en dicha costanera y se baja y apaga la música. En ese instante le llega el siguiente mensaje: "No vayas a Aeroparque, se atrasó el vuelo, ahí te llamo". Ud. contesta "Tarde", y recibe el llamado. Acá viene lo más delicioso.
Ese alguien especial le dice que está en casa de Falucho, su mejor amigo, y que el vuelo se atrasó y que no sabe bien qué va a hacer pero que bajo ninguna circunstancia espere en Aeroparque. Usted huele algo raro. Espera un rato en Aeroparque y recibe otro llamado en que alguien especial le dice que no sabe cuándo saldrá el vuelo pero que no será por bastante rato, que se vaya de una vez de allí. Usted se toma un taxi a la casa de su madre que por suerte queda cerca.
En casa de su madre se queda un rato y finalmente recibe otro llamado más de alguien especial que le dice que va para Aeroparque, que sale de la casa de Falucho y lo pasa a buscar con un taxi por la casa de su madre. Usted se pone contento a pesar de todo. Agárrese que viene lo mejor.
En el taxi, esa persona que lo ha llevado y traído de la nariz todo el santo día le cuenta que estaba en casa de su novio, a la sazón también llamado Falucho, y que por lo tanto no le mintió, sino que dejó que Ud. asumiera que estaba en casa de su mejor amigo y no de su novio, a quien jamás nadie llama Falucho y que Ud. no sabía que se llamaba Falucho. Pero que igual no es mentira.
Cuando están esperando la partida del vuelo, llama Falucho (el amigo), y Ud. debe alejarse para no escuchar la conversación, y entonces saca su libretita y escribe: "Aeroparque, 30/3/10, El lugar donde la gente se va. El lugar donde la gente vuelve. Un no deseable en la despedida, ni que decir en la llegada."
Antes de partir, alguien especial agarra una servilleta y escribe: "Te quiero. Mañana tendrás el trabajo. Cuidate hasta que vuelva y vemos de cuidarnos de alguna forma". Ud. la guarda en el bolsillo de la campera.
En junio de 2011 usted la saca del bolsillo y vuelve a ver esa servilleta, está borroneada, cuesta una  eternidad entender las palabras, debe hacer arqueología de mails para saber de qué trabajo habla. Sabe que Falucho fue, pero que después vino otro, y después otro, y a Ud. no le tocó nunca. Sabe que en este mismo momento Ud. sigue queriendo que le toque y sigue sin tocarle. Y le da por deprimirse.

Espero que la hayan disfrutado y bueno, eso, hasta mañana.

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