miércoles, 22 de junio de 2011

Sobre títulos, dirigibles y la mamá de Claribel.

Consultando a diferentes personas sobre mi apreciación relacionada con las 18 horas (ver el post anterior), he recibido (entre otras) la siguiente devolución: "Es totalmente así, y cualquier juez lo confirmaría, puesto que en los juzgados también se fuma a partir de las 18".
Creo que con esto el tema queda casi resuelto pero a lo mejor se vuelve sobre el asunto en un futuro cercano (cuando consulte efectivamente a un juez).

En cuanto a lo demás, estuve como ausente porque estuve rindiendo un peliagudo final en el que me preguntaron algo que no sabía y yo superé la vergüenza de no saber y el impulso digno de no contestar (que era lo honesto) para contestar una vaguedad miserable. Y hoy me dan la nota y resulta que a los pobres dos señores honestos que no contestaron lo que ignoraban los mandaron a rendir nuevamente, y a los que contestamos (algunos bien, otros como yo), nos aprobaron en masa. Esto es injusto, es un mensaje horrible para transmitirle a los estudiantes, y lo repudio con fuerza. Pero también estoy muy contento de haber aprobado una materia espantosa y no tener que volver a estudiarla nunca más en la reputísima vida de dios.
Y es que cada pequeño pasito nos acerca un poco aunque sea al momento de obtener un título hecho un apretado rollo atado con una cintita celeste y blanca, para poder metérnoslo bien en el orto y seguir sin saber qué carajo hacer con nuestra vida despreciable. Al fin de cuentas, aun no se de nadie que se haya recibido y esto no le haya generado grandes angustias. Pero tampoco se de nadie que haya logrado algún éxito en las cosas a las que me dedico profesionalmente sin haber tenido ese rollo en su placard, metido en una especie de preservativo de plástico sólido y opaco, preservado de la mugre y condenado al olvido.
Siempre me acuerdo del mueble que había en el escritorio de mis padres cuando mis padres tenían un solo escritorio, en cuyo sector con puertitas estaban los papeles que nadie nunca leería, el álbum de fotos de su casamiento que nunca nadie miraba y el preservativo sólido con los títulos de licenciaturas y doctorados que yo ni sabía que tenían y que ellos jamás mencionaban. Lo que se conoce como un esfuerzo que valió la pena, ¿no?. Sin embargo, a pesar de que odio mi facultad, odio el sistema educativo superior en general por ser más que nada un conjunto de obstáculos progresivos cuyo fin es que uno deje de pensar, odio a los idiotas que creen que el título es chapa de algo y no una autorización para la deshonestidad intelectual, y de que no conozco un solo ejemplo de una persona que se haya hecho más creativa, más inteligente o más capaz a raíz de su paso por el sistema universitario, igual quiero uno.

¿Por qué quiero uno?
Bueno, en principio quiero uno para dejarlo en mi propio mueble con puertitas, para que también lo encuentren mis hijos cuando los tenga y sepan que ese papelote es algo "importante" que no debe ser destruído, porque todo niño debe saber que hay algo que si destruye se arma la podrida posta, sin vuelta atrás.
Y también, y sobre todo, porque en los últimos dos años he llegado a un lugar en mi desarrollo profesional en el cual el no tener ese papelote me ha cerrado puertas. Que quede claro que no es que el papelote, de tenerlo, me habría abierto puertas, sino que el no tenerlo me ha cerrado puertas que yo había logrado abrir por mis propios méritos reales, y no por la certificación de la UBA de que soy versado en una ciencia o práctica determinada. Pero el mundo es un lugar perverso, y las puertas que uno se abre a cierta altura de la vida (o del estilo de vida que elegí) solo se pueden traspasar con el puto papelote en la mano, y si no se cierran.
Me harté de escuchar "¿Cuánto te falta para recibirte, así podemos pagarte tal y tal monto gigantesco en lugar de la taza de arroz con bichitos que te pagamos ahora?".
Pues bien, por eso quiero un título, para que el sistema deje de recriminarme en lo económico y en el desarrollo profesional mi falta de uno.

En cuanto a mi otra profesión, es decir esta, qué decirles, amigos. Claribel no se dio por satisfecha con la pantomima de los Granaderos que subí el otro día, puesto que "me pagan para escribir y no para subir links", ya que aparentemente encontrar links pertinentes a un evento no es un trabajo real. Lo que yo debí haber hecho, según ella, es contar lo de los sábados en la Plaza y a continuación subir o bien un video producido por mí mismo, o bien fotos que muestren encuadres originales de la situación, todo relacionado con una línea argumental un poco picante y polémica para que la gente lea. Podría haberle contestado algo, pero lo cierto es que la única respuesta digna es "tenés razón", ya que eso es lo que le vendí a la empresa y lo que me proponía hacer, si no fuera tanto trabajo y yo no estuviera tan ocupado.

De modo que bueno, a lo nuestro:
Les cuento que en la plaza hay un dirigible chiquito lleno de algún gas más liviano que el aire, atado a una soguita que a su vez se sujeta a un peso. En el dirigible hay escrito un mensaje a la presidenta firmado por "un militante más", y "presidenta" está abreviado de forma extraña, con las consonantes medio mezcladas, es gracioso. (Debería acá haber una foto del dirigible y un comentario lingüístico risible con guiño a los hablantes competentes). La otra noche, que había tormenta, me dirigí a un comercio expendedor de cigarrillos sito en 25 y Mitre y observé que el dirigible estaba semi-arriado, es decir a media altura (¿acaso por el viento?) y al lado había una carpa con estructura (de esas altitas, que no se entra agachado) con algunas personas sentadas dentro, acaso tomando mate. Supuse que era el grupo familiar, social o político del "militante más" que firma el mensaje, y que estaban allí para evitar que alguien con ganas de tener un dirigible propio para divertirse en el parque se lo choriceara. (Acá debe ir una interesante e inventada historia sobre el dueño del dirigible, e incluso pensé en hacerle una entrevista o, mucho mejor, inventar una entrevista que no hubiere tenido lugar). (Acá debe ir una foto del militante y su grupo posando o bien a la distancia).

Como ven, yo SE hacer en el blog lo que me comprometí a hacer en el blog. Que me parezca más interesante hacer un meta-blog es otro asunto. Y es por no subestimar, al fin de cuentas todos los "trucos" que podría implementar los lectores ya se los saben de memoria. Pero también es por pajero, porque aunque los lectores nos sepamos de memoria ciertas estructuras narrativas no hace que nos deje de interesar leer los contenidos de esas estructuras. Básicamente soy un delincuente, citando textualmente a Claribel. En esto creo que se sobrepasó un poco, acaso porque no le gustan las repetidas referencias a su nombre acompañado de frases del estilo "la concha bien de tu madre", especialmente teniendo en cuenta que su madre murió hace muchos años y ella apenas la llegó a conocer. De esto me enteré durante la misma conversación en que me llamó delincuente y no se si lo entendí bien porque Claribel sollozaba al otro lado de la línea y ustedes ya vieron lo difícil que es entenderle por teléfono a la gente que habla dormida o moqueando. Encima a la tercera vez que les preguntás "¿Qué? No te entiendo" van y se ofenden y dicen "No importa" y uno se queda con la duda de qué diablos le dijeron, más aún sabiendo que las verdades más grandes se dicen o bien dormidos (por la falta de inhibiciones) o bien llorando a grito pelado (por la pérdida del recato).

De modo que nada, hoy me llegó un mail de mi trabajo principal preguntando si van a contar conmigo esta semana, si pienso volver por allá, etcétera, lo cual me da la pauta de que se dieron cuenta de que no fui; y siendo las cinco menos veinte de la mañana correspondería que vaya pensando en ensobrarme.
Así que bueno, eso, hasta mañana.

sábado, 18 de junio de 2011

Aplicación razonable de una norma razonable

Esta semana se publicó en el Boletín Oficial la ley 26.687 sobre productos elaborados con tabaco. Se trata de una norma razonable en cuanto a la protección de los derechos de las personas que no desean fumar, en la parte pertinente a la prohibición de hacerlo en espacios cerrados de acceso público y en lugares de trabajo.
Sin embargo, hay una parte que la norma omitió tener en cuenta a la hora de prohibir sin asco y fue el tema del horario. Es decir, no hay en la norma ninguna referencia al horario como característica relevante a la hora de decidir si está prohibido o permitido fumar en un determinado lugar. ¿Es esto una falla de la ley? Sin dudas que no, la omisión permite interpretar que, al no ser una característica relevante, simplemente está prohibido en todos los horarios o permitido en todos los horarios, según el lugar del que se trate.
Sin embargo, los intérpretes de la norma han sido creativos a la hora de aplicarla, y han incluido esta característica como relevante. Se trataba de una "laguna axiológica" de la norma, es decir de una pseudo-laguna, y como los intérpretes difieren del criterio del legislador, han considerado relevante la siguiente característica: Antes o después de las seis de la tarde.
Por lo tanto, según mi observación y también la de colegas a los que he consultado, tanto en las facultades en que se cumple la ley como en lugares de trabajo, oficinas públicas, etcétera, la prohibición de fumar en espacios cerrados rige hasta las 18 horas, y luego ya se puede fumar adentro, porque A: hace frío, y B: en general los no fumadores a esa hora ya están en casita haciendo la cena como unos imbéciles.
Es que, claro, los no fumadores son diurnos, mientras que los fumadores son noctámbulos, y esa coincidencia entre dos características se da en tal porcentaje de casos que no puede ser casual. La mañana es un momento para respirar el aire puro, mientras que la noche es un momento para tomar café, alcohol, y fumar.
Son dos modelos de vida que están en juego y como bien sabemos que el Estado regula para los madrugadores, puesto que los noctámbulos somos bastante de cagarnos en las reglas, es evidente que, si bien la norma no especifica que la prohibición rige hasta las 18, se debe entender que así es. Al fin de cuentas, si nos quedamos en la oficina pública hasta las 23 hs. para entregar un trabajo urgente, el beneficiario es el propio estado que nos intentó coartar nuestro derecho a ser quien somos, por suerte sin éxito.

domingo, 5 de junio de 2011

Circo MIlitar

Hoy desde la plaza hasta mi casa me llegaron los sones de la marcha de San Lorenzo interpretada por la fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo que aparentemente los sábados hace show. Y me quedé pensando que este chiste que le hacen al turistaje y a las personas en general que los sábados por la plaza pasan reivindica de alguna manera la profesión militar en lo único que de bueno tienen: el circo.
De modo que acá les dejo una muestra de lo que suelen hacer los Granaderos en la Plaza los sábados por la tarde.



Y si alguno duda del carácter circense de todo este asunto, acá el show de la fanfarria Tambor de Tacuarí, del regimiento 1° de infantería Patricios, (si bien los Granaderos son algo más bien nacional y los Patricios son algo más bien porteño). Posta, vean este segundo video que es para cagarse de risa, son como Fuerza Bruta disfrazados de milicos.



Y si esto no es servicio, Claribel, no se qué mierda es, realmente ya no te entiendo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Actividades: El 33

Entre las muchas y variadas actividades que se pueden llevar a cabo en la plaza, hay una que pocos conocen y muchos deberían experimentar.
Para llevarla a cabo se necesitan algunos elementos básicos que detallaré a continuación:
-Un peso con veinte.
-Un celular que reproduzca música.
-Música triste cargada en ese celular que le haga pensar en ese alguien especial.
-Ese alguien especial.
-Cero dignidad.

Paso ahora a detallar la actividad en sí:
Supongamos que ese alguien especial debe viajar al interior del país. Usted desea despedirse y le propone encontrarse antes de su partida. La persona especial tiene poco tiempo y le propone encontrarse a las 21 horas en el Aeroparque para abordar su vuelo, digamos, a las 23 horas. Usted sabe que la despedida será sufrida pero espera que consolide la relación.
A las 20:30 hs. usted baja de su casa, camina hasta Paseo Colón, y se toma el colectivo 33. El colectivo 33 es un colectivo que no tiene unidades de menos de 20 años de antigüedad, y que hace su destartalado recorrido por la costa. Es decir que Ud. pasará por la parte de atrás de Retiro, de las villas 31 y 31 bis, por el medio del puerto nuevo, y por otros lugares de la ciudad que, a pesar de estar cerca del centro, nadie nunca visita. Esa es la parte más turística de la actividad, sobre todo para hacerla de noche, cuando no hay un alma en la zona excepto aquellas personas que bajan del desahuciado colectivo en que Ud. viaja para adentrarse en las villas en que viven por misteriosas puertas secretas escondidas en los paredones. No se tiente de bajar aquí para observar las maravillas del corazón oculto de Buenos Aires, en Aeroparque lo espera algo mejor.
Durante la media hora de recorrido Ud. ha estado escuchando esa canción que nunca escucha porque lo hace extrañar demasiado a ese alguien especial, con el consuelo de que lo verá al bajar del colectivo en la romántica costanera que está enfrente del Aeroparque. Cuando llegan las 21 horas Ud. ha llegado a la parada correcta en dicha costanera y se baja y apaga la música. En ese instante le llega el siguiente mensaje: "No vayas a Aeroparque, se atrasó el vuelo, ahí te llamo". Ud. contesta "Tarde", y recibe el llamado. Acá viene lo más delicioso.
Ese alguien especial le dice que está en casa de Falucho, su mejor amigo, y que el vuelo se atrasó y que no sabe bien qué va a hacer pero que bajo ninguna circunstancia espere en Aeroparque. Usted huele algo raro. Espera un rato en Aeroparque y recibe otro llamado en que alguien especial le dice que no sabe cuándo saldrá el vuelo pero que no será por bastante rato, que se vaya de una vez de allí. Usted se toma un taxi a la casa de su madre que por suerte queda cerca.
En casa de su madre se queda un rato y finalmente recibe otro llamado más de alguien especial que le dice que va para Aeroparque, que sale de la casa de Falucho y lo pasa a buscar con un taxi por la casa de su madre. Usted se pone contento a pesar de todo. Agárrese que viene lo mejor.
En el taxi, esa persona que lo ha llevado y traído de la nariz todo el santo día le cuenta que estaba en casa de su novio, a la sazón también llamado Falucho, y que por lo tanto no le mintió, sino que dejó que Ud. asumiera que estaba en casa de su mejor amigo y no de su novio, a quien jamás nadie llama Falucho y que Ud. no sabía que se llamaba Falucho. Pero que igual no es mentira.
Cuando están esperando la partida del vuelo, llama Falucho (el amigo), y Ud. debe alejarse para no escuchar la conversación, y entonces saca su libretita y escribe: "Aeroparque, 30/3/10, El lugar donde la gente se va. El lugar donde la gente vuelve. Un no deseable en la despedida, ni que decir en la llegada."
Antes de partir, alguien especial agarra una servilleta y escribe: "Te quiero. Mañana tendrás el trabajo. Cuidate hasta que vuelva y vemos de cuidarnos de alguna forma". Ud. la guarda en el bolsillo de la campera.
En junio de 2011 usted la saca del bolsillo y vuelve a ver esa servilleta, está borroneada, cuesta una  eternidad entender las palabras, debe hacer arqueología de mails para saber de qué trabajo habla. Sabe que Falucho fue, pero que después vino otro, y después otro, y a Ud. no le tocó nunca. Sabe que en este mismo momento Ud. sigue queriendo que le toque y sigue sin tocarle. Y le da por deprimirse.

Espero que la hayan disfrutado y bueno, eso, hasta mañana.